sábado, 2 de abril de 2011

Lacrimosa

Hoy lloré. Y lloré mucho. Hacía largo tiempo que no lloraba. De hecho, nunca fui una persona de llorar demasiado. Mas bien soy de esas que absorben todo, se desgarran por dentro, van acumulando hasta que un día, de repente y muchas veces sin razón aparente, explotan. Eso me paso hoy. No se realmente porque, pero exploté. Y no podía parar de llorar. Y mientras lloraba, me preguntaba porque, ¿porque una simple discusión, de esas que suelen ser típicas, me dejaba en semejante estado? Y con las preguntas aparecen los planteos, las reflexiones. Y me cuestiono. Me salgo de mi, me veo desde afuera, sola, estancada, con una vida que se convirtió en rutina, que no sorprende, que aburre. Y así como te ves te sentís hoy. Sola, aburrida, cansada de que nada cambie. Esperando que las cosas mejoren solas y porque si, cuando sabes muy bien que si queres, todo puede cambiar. Pero sos cobarde, y el miedo a fracaso, al rechazo, al que dirán, siempre puede mas...

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