sábado, 19 de noviembre de 2011

Click.

¿No me queres mas?, le pregunté. ¡Cómo no te voy a querer, uno no deja de querer de un día para el otro, sino, estos meses hubiesen sido una mentira!... ¿A vos te parece que todo esto haya sido una mentira?, me contesto. Me quedé callada, la cabeza me daba vueltas.

Me abrazó fuerte por un rato largo, sin pronunciar palabra. Se fue diciendo que ahora no podía, que tenía la cabeza en cualquier lado. Yo le pedí que pensara, pero con el corazón. No dijo nada.

Desapareció. Una vez mas, como cada vez que pasaba algo entre nosotros.

Lloré, muchos días. Las noches se hacían interminables. Pero un día me desperté y algo había cambiado. No supe darme cuenta que era, pero empecé a sentirme mejor.


Le escribí un mensaje, preguntandole como estaba, como se sentia. Me contestó. Nunca preguntó como estaba yo.

Casi un mes después, encontré algo que me hizo ver que las cosas no eran como él las había contado. Me puse furiosa. Le dije que sabía todo, que no podía entender porque me había mentido asi, con que necesidad...

Me dijo que todo era cierto, pero que además, lo que sentía por mi se había apagado, no sabía porque, pero había pasado, que el tiempo que habiamos sido felices juntos era real, que lamentaba el dolor que me había causado, pero que no podía hacer otra cosa.

Me enojé tanto. Le dije toda la mierda que venía acumulando. Me descargué toda, no me guardé nada.

Cuando me tranquilicé me pregunté que era lo que me había hecho enojar tanto. Si era porque ya no me quería, o era el hecho de que no me lo había dicho en la cara, haberle tenido que arrancar las respuestas que no me daba, sabiendo que siempre le pedí que fuera sincero y que me viniera de frente.

Que ya no me quería estaba asumido, de hecho, comprendí que por mas que él volviera, arrepentido, yo tendría que replantearme todo. Ahora bien, yo, ¿lo amaba realmente como pensaba o simplemente extrañaba esos momentos lindos que pasabamos juntos, que ultimamente eran cada vez menos frecuentes?

Me dí cuenta de que lo que sentía por él también se apagaba, cada día un poco mas. Era eso lo que había sentido el día que me desperté distinta. No lo necesitaba como pensaba, no era imprescindible en mi vida. Extrañaba el hecho de estar acompañada, de no estar sola.

Entendí que por miedo a estar sola otra vez me estaba aferrando a una relación y a una persona que ya no me hacía bien, que eran mas los momentos en que estaba triste, llorando, que feliz y disfrutando de lo que teníamos.

Dicen que el amor aparece cuando el enamoramiento pasa, y uno empieza a ver a quien tiene al lado, con todas sus virtudes y todos sus defectos.

¿Cómo saber hoy si realmente fue amor, o solo un enamoramiento, fuerte, pero enamoramiento al fin? No lo sé.

Solo sé que me entregué entera a una persona que no hizo lo mismo. No lo culpo, ni me arrepiento de haberlo hecho. Sé que siempre fui completamente fiel a mis sentimientos. ¿Valió la pena? Por supuesto.

Ibamos por caminos distintos, aunque nos hayamos cruzado en un punto. Y ese punto estuvo muy bueno, y me hizo feliz...

Hoy, me quedo con las cosas lindas que pasamos, dejo ir el resto, sin rencores, sin remordimientos, sin darle mas vueltas al tema.

Cada uno sigue su camino, sin el otro. Y esto también está muy bueno...

1 comentario: